El eco del nuevo entorno

Gabriela Culzoni – 25 de marzo al 3 de junio del 2022

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Acompañamiento curatorial: Sofía Culzoni
Texto: Fabhio di Camozzi

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“El mundo que pinto no sé si lo invento…, yo creo que más bien es ese mundo el  que me inventa a mi”.

“El deber del ojo derecho es sumergirse en el lente, mientras que el del izquierdo es interrogar al microscopio”.

Leonora Carrington

 

La exposición “El eco del nuevo entorno”, de Gabriela Culzoni en la galería Luogo de Rafaela, es una muestra amplia y diversa de su último proceso de obrar, proceso que expone hablándonos de quién es y de qué significa para ella la pintura:

“Mi obra refleja cómo me muevo en la vida: armoniosamente, y lo que intento proceder como persona: tal cual tomo el pincel y hago una línea…y los colores que elijo…, eso es  lo que trato de ser como persona. Pintar como un querer saber para dar vida”. (En adelante, todo lo que está entre comillas y en cursiva pertenece a dichos de Grabriela Culzoni a Fabhiodi Camozzi en el marco e investigación de su obrar para la escritura de este texto).

Sabe qué la vida es conflictos, desolación, inclemencias. Qué muchas veces nos arrasa, y que es dónde se padecen los sufrimientos, dónde se terminan nuestras ilusiones -en la cruda realidad-, y dónde matamos cientos de sueños cada vez más por nuestra falta de humildad.

“Pero la vida es también en cada pasaje lo que nos puede atraer a pensar, imaginar, y emocionarnos. En la vida podemos ver perfección, movimiento, latir, belleza… y asimismo misterio… Y también una manera de darle voz resiliente a nuestros dolores, a nuestras penas, a la nostalgia, a la tristeza”.

Conecta entonces todo esto y hace arte.  Arte como un vínculo inevitable entre lo bueno y lo malo. Una unión, un enlace espiritual que se genera a partir de obras que en su caso son procesos plásticos transversales hipercomplejos, que se van simplificando, purificando, transformando, hasta arribar a un resultado comunicacional que trasmite paz, que trasmite equilibrio y que nos posibilita armonía.

“El arte cuando es inevitable no es suficiente, ni importante…, es imprescindible”.

La vida de Gabriela Culzoni está hoy mediada por estos procedimientos en un Universo personal en constante expansión…, Universo que se relaciona de manera profunda con la naturaleza natural de las cosas […] y especialmente con los  paisajes  sensoriales  que en ella se abstraen, habilitándola a conjeturar  nuevos discursos  sobre  el  Todo desde su jardín, a través de la llanura, contemplando los campos sembrados, el horizonte inmenso, los cielos infinitos, o el mar, o siéndose  un bosque…  [y en un  finísimo balance  entre la falta y abundancia, donde el arte se despliega como lo Sagrado].

Pintar para Gabriela Culzoni es recurrir a la observancia de todos estos asuntos en sus equilibrios posibles, y un sentimiento que alcanza en lo que como justo de ello es falto.

“El arte en todas sus expresiones es un acto íntimo y trascendente. También es conductor de energías positivas necesario para desarrollar nuestras potencialidades. Pintar, para mí, es recuperar la alegría, observar y sentir cada momento del día con esa actitud: que la vida me sorprenda y me deje llevar hasta llegar al mejor destino”.

Tenemos en esta exposición entonces la posibilidad de celebrar el último tiempo de producción de Gabriela Culzoni, una producción madura, de fuerte contenido espiritual y de gran vitalidad en el medio del arte que nos es propio.

Disfrutemos de su trabajo, de su genio plástico y visual, y de su carisma como de su inmenso compromiso profesional. Agradecidos estamos -nunca más que ahora en este tiempo en que la humanidad necesita de obras, de arte y de gestos como este- de una artista como ella.

Fabhio di Camozzi


fecha de la nota: 25 de marzo del 2022
medio: Radio Rafaela

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fecha de la nota: 24 de marzo del 2022
medio: Diario La Opinión

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2022

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